En 2014, en la ocasión del “Día Mundial Contra el Cáncer” la agencia EFE me solicitó una serie de sugerencias de autocuidado para el enfermo oncológico.
Cati, una paciente que se estaba dando quimioterapia leyó en prensa estas sugerencias y un un buen día me propuso dar a conocer este decálogo a otros pacientes y familiares.
Nos dimos cuenta de que en las salas de espera de los hospitales, hay carteles de todo tipo, ¿por qué no hacer un “decálogo de vida” que pudiera acompañar y servir a los pacientes y familiares de cáncer en una espera tan dura como la de unos resultados oncológicos?
En el Decálogo, además de aparecer mis 10 sugerencias para el paciente oncológico y su familia, hay un recuadro en blanco donde los pacientes y familiares pueden escribir su pensamiento positivo para hoy.
De esta forma, pueden transmitir sus sentimientos más esperanzadores y que otros pacientes, familiares o incluso el personal sanitario lo vea y les sirva de inspiración y enseñanza.
Necesitamos que el «Decálogo de Vida» llegue al máximo número de hospitales, para que ningún paciente se encuentre nunca solo en una sala de espera de oncología.