¡Vive feliz sin propósito! - Descubrirás tu propósito a lo largo del camino
1287
post-template-default,single,single-post,postid-1287,single-format-standard,bridge-core-2.5.7,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode-theme-ver-24.2,qode-theme-bridge,disabled_footer_bottom,wpb-js-composer js-comp-ver-6.4.2,vc_responsive
Chadia en el Breithorn

¡Vive feliz sin propósito!

Muchos me preguntan «cuál es mi propósito», ¿cómo lo puedo saber? yo les pregunto: ¿Por qué tienes que buscarte un propósito?

 

Nos hemos empeñado ahora en buscar un propósito y nos sentimos culpables si no lo tenemos o si no lo hemos encontrado a pesar de haberlo buscado con ahínco.

Estamos en la sociedad de la acción, del “no descanso” porque si no nos sentimos culpables. No nos dejamos sentir, vivir, fluir y confiar, sobre todo.

Tu propósito a lo mejor es ser mejor persona, a lo mejor es hacer una acción buena cada día. Saber disfrutar de cada momento. ¡Este puede ser tu propósito!

Cuando acabé mis tratamientos de cáncer, sentía que tenía que “exprimir” la vida porque le había visto “las orejas al lobo” y empecé, otra vez, a vivir frenéticamente y con estrés.

No quería volver a enfermar, quería recobrar la salud y me di que tenía que vivir de otra manera.

Había oído hablar del propósito, de que si seguía viva después de esta enfermedad, es que tenía algo que ofrecer a este mundo.

Quería vivir de forma más tranquila y más auténtica pero no sabía cuál era mi propósito.

Como decía Victor Frankl en su libro “El hombre en busca del sentido” quien tiene un por qué vivir, encontrará casi siempre el cómo. Y en eso confiaba.

¿Cómo lo hice?

 

Voluntaria en AECC: mi propósitoEmpecé con una pequeña acción, Sabía que quería acompañar y ayudar a otras personas que habían padecido un cáncer. Decidí hacerme voluntaria en hospitales con la AECC.

Escogí el mismo hospital donde me traté, el Hospital La Paz de Madrid. Me di cuenta enseguida que me sentía plena al escuchar a estos pacientes, al darles una infusión como excusa para estar a su lado.

Empecé a ver que tenía el don de la escucha, el don de poder trasmitir historias a través de la palabra.

Nunca pensé en escribir un libro, pero siempre pensé que tenía una historia que contar. Al volver a casa, escribía todo lo que vivía y sentía en el hospital. Relata lo que había vivido durante la enfermedad y cómo había empezado de nuevo a vivir.

En 9 meses, se gestó mi primer libro “Corredora de la vida”. 

Al cabo de un tiempo, mi médico del Hospital La Paz, el Dr. José Ignacio Sánchez Méndez, también prologuista de mi libro me pidió que diera mi testimonio en un congreso de médicos y profesionales de la salud sobre el “proceso asistencial en el cáncer de mama”

Empecé a dar conferencias por toda España. Descubrí que “comunicar” era mi don.

Mi propósito se fue desvelando a medida que fui caminando sin pretensión solo con el deseo sincero de ser coherente conmigo misma, mejorar la vida de los demás y del planeta.

Mi próposito ser feliz

Podemos ser felices incluso sin saber aún nuestro propósito. Con apertura, un mínimo de intención y sobre todo acción, podemos llegar a este “algo” que nos hace vibrar, ahí está la semilla del propósito.

Mientras tanto sólo te puedo decir ¡sé feliz sin propósito!

2 Comentarios
  • Anonimouse
    Publicado a las 08:13h, 11 marzo Responder

    Nuestro propósito en la vida debe ser alcanzar la santidad.
    Dios nos ha creado para eso.

  • Angelica Mora Morán
    Publicado a las 15:26h, 11 marzo Responder

    Una historia con mucho mensaje, porque a pesar de las circunstancias son felices y uno que tiene todo se gasta el tiempo con tonterías. Muchas felicidades y gracias por el mensaje.

Haz un comentario